miércoles, 25 de marzo de 2015

Pedro Romero

El conocido como Pedro Romero, de oficio carpintero como su padre y su abuelo, arranca desde niño acompañando a aquél en eso de enfrentarse a los toros. Ya por el año de 1.771, cuando sólo tenía 17 años, toreó por primera vez en Jerez de la Frontera.
Pedro Romero Martínez nació en Ronda en noviembre de 1.754 y murió en la misma ciudad el día 10 de febrero de 1.839. Su padre ,Juan Romero había nacido en Ronda el día 8 de Marzo de 1.727 y tuvo cuatro hijos toreros, el mayor Gaspar, el segundo Pedro, el tercero Antonio y finalmente el cuarto y más pequeño Pepe. Todos ellos fueron toreros como su padre y su abuelo, al que se le atribuye haber sido el iniciador de la tarea de matar toros a pie.

Juan Romero fue un buen torero y se le atribuye haber sido el personaje que aportó el nombre a la actual muleta, pues él, se cuenta,  mandó  que se hiciera, como buen carpintero, un tal aparato para apoyarse en él y poder matar los toros con más facilidad. Se retiró  en el año 1.779 y murió a la edad de ciento dos años en su ciudad natal.

De los hijos de Juan, dos fueron muertos por asta de toro, Antonio, en Granada, en el año 1.802 y Gaspar, en Salamanca, aunque se desconoce el año de su muerte. Los otros dos hijos de tan ilustre rondeño tuvieron más suerte y sobrevivieron a las astas de los toros.  José Romero, que había nacido en Ronda en el año 1.760, tomó la alternativa de manos de Pepe Hillo en la Plaza de Madrid el mismo día en que un toro mató a su padrino. Era el año 1.818, cuando el maestro de Ronda se cortó la coleta en Madrid; murió a los 75 años en Ronda.

Y ahora vayamos al personaje más importante de la dinastía, a Pedro Romero. Quizá la leyenda es la que nos ha traído a nuestros tiempos esta figura importantísima en la vida de la tauromaquia e importantísima en la vida de Ronda. Se presenta en Madrid el año 1.775 y a partir de ahí se convierte en el personaje imprescindible en cualquier festejo de importancia que se diera en la tierra patria.    En el Barrio de San Francisco, donde había nacido,  se cuenta que murió, después de haber estoqueado 5.600 toros, sin que ninguno de ellos se pudiera llevar en sus astas ni una gota de sangre del rondeño, de una insolación, ¡vamos, de tabardillo! , que se  decía  antiguamente.  ¡Una tontería!
Se retiró de los ruedos a los veintinueve años de haber iniciado su periplo taurino y se vino a descansar a su Ronda natal; por poco tiempo, porque el rey Fernando VII le nombro Director de la Real Escuela Taurina que el propio Rey había creado en Sevilla y a la que había dotado con doce mil reales anuales, una fortuna para la época.

En la Alameda del Tajo, desde el año 1.954, cuenta con un nonumento erigido por el pueblo de Ronda y realizado por el escultor Vicente Bolós. Pedro Romero, en la actualidad, es festejado en Ronda – Cuna del Toreo -  como el creador del toreo a pie y maestro de maestros de este arte ancestral.  Para ello, desde el bicentenario de su nacimiento, en 1.954, se celebran  unas Fiestas y Ferias que llevan su nombre y dentro de las que, cada año, se hace una corrida de toros al estilo goyesco en memoria de sus aportaciones a este mundo tan particular que es el de la Fiesta Nacional.

Ningún torero
pudo hacer lo que hizo
Pedro Romero.

Flor de leyenda
de aquella dinastía
que convirtió en historia
la torería.

Pedro Romero:
la joya más brillante
sobre el albero.

Y fue el primero
en matar a los toros
como un torero.

0 comentarios:

Publicar un comentario